¡Tu y Yo Juntos En Venecia!

¡Tu y Yo Juntos En Venecia! 
Dueto Lunha EmbrujaHada
y
Destinos

Tú y yo Juntos en Venecia tan ávidos de cristales,
en el espléndido líquido un lucero se adormece
y fluctúa en nuestras formas si una Góndola nos mece
por el acuario lujoso de románticos caudales.

En la calma de sus aguas nuestras ansias colosales
se visten de la armonía que por doquier aparece.
La magia de la Basílica de San Marcos se estremece
si tu silueta se posa cerca de sus ventanales.

Bebo tus labios bellini por el rosado campiello
do se mojan nuestros bordes de ímpeto en acqua alta
gozando de ardores vivos en San Pietro di Castello.

La tibieza de tus labios cálidos me hacía falta
mientras allí en tu mirada se fecunda lo más bello
y sobre el Puente del Rialto hoy la luna más resalta.

Por vernos amar, la luna, embarca todas sus llamas,
cual la Venus de Murano desde el pináculo asoma
bañando en plectro de plata magnéticas oriflamas,
que navegan nuestras pieles hasta la Piazzale Roma.

Sediento de las caricias que con mis manos proclamas
disfruto así de tus labios y el elixir de tu aroma;
en el frenesí, mojados, nos vestimos de las flamas
que nos dejan jadeando y gimiendo en otro idioma.

Tu mirada me desnuda de prendas, incluso el ego,
si llegas con tus caricias y tu belleza tan necia
me hipnotiza hasta volver el deseo en todo fuego.

Ese fuego nos aúna y aunque el viento loco arrecia
flotamos bajo arrecifes de ensueño Sotoportego,
en novelesca utopía ¡Tú y yo Juntos en Venecia!

La Sirena y El Marino En Isla Embrujada

En letra fucsia: Lunha EmbrujHada

en letra azul (Arnet Fatheb Grothen)

La Sirena Y el Marino En Isla 

Embrujada 

En bajel de nenúfares floridos

ven a mi isla de azules embrujada
que en mi pecho hay nelumbos escondidos
y mi boca carmín es marejada.

Aunque en aguas extrañas he esquivado
navegar entre bóreas mistrales,
tu deseo inefable y embrujado
mi bajel ha atraído a tus corales.

Sobre perladas olas de carey
te llamará dulcísono mi canto,
fantasías de mar en Siboney
te apresan en las redes de mi encanto.

Hacia mi ruta de ambrosías ven
a mojarte de espumas y coral
como el mar a la luna en un vaivén
hazme el amor bajo el azul cristal.

Voy atado evitándome un febril
desvarío a tu canto en fantasía,
mas brota en mí, cual brasa de un candil
un tórrido deseo a tu eufonía.

 En poseidonias y algas submarinas,

tu música, sirena, me embelesa,
las cuerdas que me amarran las lancinas
con dagas cual tus pechos de posesa.

Y me envuelve en sus mares Poseidón
que deseoso a mis orillas rema
y cedes a mi embrujo cual tritón
en cuyas brasas tu candil me quema.

En mis labios de nácar, seductora
tu lengua en frenesí, sedosa triscas
y excitada bajo la linfa ancora
entre mis blancas cumbres de moriscas.

Sucumbo a tu marea que atrevida
me deja sumergido en tus fulgores
que en un tropel de olas vas ceñida
de desnudez que atrapan mis amores.

Tu cuerpo voluptuoso a mi me enerva
y en éxtasis tu beso efervescente
me torna en cazador y tú mi cierva,
mi flecha es la lujuria en mi simiente.

Soy tu cierva, marino y me cabalgas
al bordar mi cintura de iris peces
en satén de madréporas y de algas
en tu brío atrevido me estremeces.

Dejas que en éxtasis, golfanes halle
de blancura danzante en mis entrañas
y acariciando mi desnudo talle
de tus amores mis honduras bañas.

Embriagado del garbo en tus nelumbos
me entrego obnubilado en tu atolón
y encallando en tus riscos sin más rumbos
he perdido en tus labios mi timón.

Con tu beso despierto en tu regazo
y una gorgonia adorna tu mirar,
velando tu tristeza en un abrazo,
¡ya sabes que me llama el ancho mar!

Se escuchan sollozar las caracolas
tras el último y embrujado beso
como Criseide enfrente de las olas
yo me quedo anhelando tu regreso.

El alba ha amainado la tormenta,
desato las amarras y aparejos
anhelando tu indicio que se ausenta
como sueño en marismas a lo lejos.

Mi marino se aleja en ancho esquife

hacia el nocturno piélago se marcha,
de azabache se tiñe mi arrecife
y el fuego de mi piel se torna escarcha.

Séptimo Sentido

Dueto

Caracolinha

y

Gonzalo Pérez Alarcón Dueto

Ha soñado mi corazón risueño
con ser la brisa que transita en calma
acariciar de un niño el dulce ensueño,
ver florecer de blancas rosas su alma.

Sus pétalos, aromas de su enseño;
las corolas, principio de su acalma.
Tras el mito de caverna, pequeño;
retorna el séptimo sentido, empalma.

Bañar de clara luz la rosaleda
de aquel que en soledad busca su abrigo,
ser el turpial que trina en la alameda
y ofrenda suave cántico al mendigo.

Tersura es el perfume de la greda,
de la cadencia espiritual, amigo.
Superando los pétreos de la hóspeda
en la percepción del alma, enemigo.

El amor más allá de las confines,
siendo ángel de luz que abre sus alas,
y a su vuelo resuenan los clarines
y se acalla el lamento de las balas.

Lo sensible es el don de los jardines
de su séptimo sentido en escalas;
el despertar del amor es domines
de su corazonada, mayoralas.

A ti amigo mi cariño entrego,
descubro en tu aura limpio risco
con los ojos del alma como un ciego
miro en tu corazón la flor de hibisco.

Es la fuerza que me salva y navego

en el sentido de los demás, chisco
en el amor primaveral, sosiego;
en mi último nivel de amor, brisco.

Un Amor Imposible

Dueto

Caracolinha

y

Gonzalo Pérez Alarcón 

Hay un escaparate de sentimientos,

sin embargo no te ignoré.

Mas mi corazón se contrae en otro corazón,

donde mi cara ajada es un recuerdo.

Aunque tenga que llevar ese lábaro,

dispénsame de mi destino.

No me ignoras dices y tus ojos clavas,

sucumbo ante el rumor de tu espejismo,

tus aves pasajeras de mi nido vuelan

dejando en mi cielo el crepúsculo herido,

¿Dispensarte? Talvez puedo,

¿Pero dejar de amarte? ¿Acaso es un delirio?

Mi amor por ti es una añoranza,

y ahora es ficticio en el néctar del corazón

de identidades de falsa esperanza.

En nombre de esta última ilusión,

te canto entre sollozos mi romanza,

y de tu amor me alejo cual triste gorrión.

Si me fui de tu lado como ave de paraíso,

delibera tu eclipse, 

búscate la luz del amor posible.

No te dejes que tu palpitar se arrincone,

edifica tu luna y hazla brillar,

en cada huella de cordura sincera.

La luz solo habita en tu nombre,

mi luna se vuelve un cráter infinito

sin el brillo de tus rosicleres,

¡Imposible que me quieras! ¡Imposible olvidarte!

Si a mi amor no perteneces, hoy emprendo mi viaje,

Te digo adiós para siempre, mar lejano, azul paisaje.

Mi amor por ti es una añoranza,

y ahora es ficticio en el néctar del corazón

de identidades de falsa esperanza.

En nombre de esta última ilusión,

te canto entre sollozos mi romanza,

y de tu amor me alejo cual triste gorrión.

Amotiguaré mi rojo contigo,

y me centraré en mi nuevo amor,

te deseo felicidad en tu destino.

Vete con ella, tus alas libera

encuentra refugio en su esplendor,

yo buscaré asilo en mi tristeza.

Excitante LLovizna

Dueto

Nilah &

Osito Lindo

A tu lado la lluvia que cae sabe a cielo,

hidromiel de durazno derretida en tu boca

y el fervor del romance que se enreda en mi pelo

por debajo mojando, suavemente provoca.

Es tu abrazo encantado mi transporte hasta el cielo,

no percibo esa lluvia que desliza a tu boca

por delirio alcanzado cuando somos chanelo,

y llegado el momento al deseo os convoca.

Excitante llovizna bajo de un cipariso,

sumergido en mi luna tu opalino topacio,

mi jardín de delicias a tu piel flordeliso

arrebata en secreto mi gemido, despacio.

La templada humedad lleva pronta al  erizo

el ardiente deseo nos arroja al espacio

que engarzada tu luna se disfruta el hechizo

es delicia el gemido tu jardín un palacio.

Glosario:

Chanelo: Relación de los amantes.

Cipariso: Ciprés

Eras Tu Mi Mejor Desiciòn Tomada (Mi Primer Dueto)

Jon & nilah​

Había olvidado que eras tú mi mejor decisión tomada,

la razón más potente en mi vida. 

Había estado ausente,
hasta en mis entrañas
y yo mismo no me hallaba.
Había olvidado que sin ese viaje
celestial de tu mirar,
me extraviaría, pero recobre mi sentir,
sin tu cielo ya no soy nada,
eres mi cielo que me ilumina.
Luego comprendí:
Sosegado reposa lo que en mí
se vuelve inspiración,
porque admiro tu dulce amor,
eres tú mi poesía,
la poetisa de mis entretelas,
el nácar de tus pupilas
es el cicerone que me explica,
eres la razón de mis obras.
Jamás lo volveré a olvidar,
solo te pido otra oportunidad.

Vuelves a mi ¡Oh príncipe sereno!

Mi ámbar de luna, el sol de mis deseos;

 fueron mis noches agónicos desvelos

 cielo sin diana, antorchas de hielo. 

Hoy extintas ilusiones yacen en el crisol de mi alma casi estéril,

 aquel día que prófugo marchaste,

 socavaste mi delirio en tu silencio

y hoy que vuelves a mi lado sin reproche,

mirándote a los ojos mientras pueda, 

debo decirte adiós mi aventurero, 

medio mundo por recorrer te espera.

 Llévate mi sonrisa, mi recuerdo, 

yo guardaré de ti, tu brujo sortilegio

 y aquella margarita deshojada.